El viernes 29 de febrero de 2007 (año bisiesto) Silvio Rodríguez nos deleitó con su música a más de 10,000 personas concentradas en el estadio Mágico González.
La jornada comenzó al filo de las 8 de la noche con el grupo Exceso de Equipaje, quien nos llevó por canciones llenas de amor y esperanza que nos hicieron recordarnos de Monseñor Romero.
Luego vino la participación de Martín Núñez, quien cantó una versión de "Mojado" muy buena, que al principio arrancó un par de quejas por la herejía de cantar una canción de Arjona en un concierto de un verdadero trovador (por no decir de El Trovador), pero que luego se ganó el aplauso del público por la calidad de su interpretación. ¡Enhorabuena Martín! Por cierto, fue Martín el que nos alertó de la presencia de Mauricio Funes en el estadio, lo que ocasionó una ovación desde el público.
Uno de los fundadores de Yolocamba Itá entró en escena para cerrar las participaciones de los teloneros. Franklin Quezada, le cantó una canción a Alejandro Funes, hijo de Mauricio, quien falleciera en octubre del año pasado.
Luego vino el momento esperado por todos. El grupo Trovarroca (una guitarra, un tres cubano, un bajo y un percusionista) fue el encargado de abrir la presentación de Silvio. Quien tocó la flauta no es Niurka González, la compañera de Silvio, sino una joven de la que no recuerdo el nombre pero que nos deleitó a todos con su impecable actuación.
Silvio cantó El Necio y luego, antes de proseguir, dijo que no podía empezar el concierto sin antes dedicárselo desde lo más profundo de sí a Roque y Roquito. La ovación no se hizo esperar.
Silvio hizo un recorrido por los distintos álbumes de su carrera. Canciones como El necio, Óleo de mujer con sombrero, El unicornio, Días y flores, Ojalá, La gota de rocío, La era está pariendo un corazón, Sinuhé, El papalote, La canción del elegido, Canto Arena y Claro de Luna, entre otras, marcaron una noche espectacular.
Hubo lugar incluso para el acto político. Violeta Menjívar, nuestra primera alcaldesa de San Salvador, le entregó las Llaves de la Ciudad y lo nombró "Huesped de honor" a Silvio. Antes de eso, mientras Vicente Feliú nos cantaba un par de canciones, Mauricio Funes y Vanda Pignato fueron a saludar a Silvio tras bastidores. Seguramente habrá alguna foto de ese momento, el problema es que donde se saludaron, estaba bastante oscuro por lo que era difícil poder captarlos a los tres. Desde las gradas bajaron consignas como ¡Viva Cuba! y ¡Viva Fidel! Al tiempo que las banderas del FMLN se confundían entre las de El Salvador, Cuba, Honduras y México.
Silvio se despidió varias veces y la aclamación del público lo hizo regresar en al menos tres ocasiones. Nos cantó El Unicornio y dijo que alguna vez nos la había dedicado y que ahora era para él un honor entregárnosla. Cuando cantamos junto a él Óleo de Mujer con sombrero, nos agradeció por haberle ayudado. Nos leyó parte de la carta que el actor estadounidense Danny Glover escribió en apoyo a "Los Cinco". También nos leyó el poema Halt! de Luis Rogelio Nogueras dedicado a los judíos que perecieron en el holocausto y que parece que ya olvidaron lo que les hicieron a ellos cuando uno ve lo que ellos le hacen a los palestinos.
Silvio se despidió con la canción "En el claro de luna". Y luego, nos dijo las últimas palabras, apenas audibles entre la ovación final y los gritos que desesperadamente le pedían dos canciones que considerábamos de rigor: "Te doy una canción" y "El tiempo está a favor de los pequeños": "Adiós, mi Salvador..."
Alluro
Blog El Tenampa
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