
Creo que la discusión puede girar en torno a tres elementos:
1. La ausencia de partido y el poco trabajo organizativo.
2. La mala metodología usada por el CNE
3. El poco tiempo para ganar a la población a la reforma constitucional.
Primero hay que poner en claro dos cosas: 1. No fue la derecha la que ganó, sino que fue el chavismo el que perdió. 2. La institucionalidad quedó más fortalecida a nivel local pero sobre todo a nivel internacional donde ahora el sistema electoral de Venezuela está entre los mejores del planeta por sus características democráticas.
Lo primero se explica en base a los números. Hace exactamente un año, Chávez se reeligió con 7,309,080 votos. Manuel Rosales, su contrincante, sacó 4,292,466. Este año, en la consulta para la reforma, el "Sí" obtuvo 4,379,392 (en base al número más alto de los dos bloques consultados) y el "No" obtuvo 4,522,332 (Ídem). Acá podría variar por algunos miles de votos pues nos estamos basando en los datos del primer boletín. Todavía faltarían los votos del exterior y de las zonas inhóspitas. Lo anterior nos refleja que el chavismo bajó en 2,929,688 (3 millones para redondear) votos y la oposición apenas subió 229,866 (250,000 para redondear). Bien puede decirse entonces, que no fue la oposición la que ganó sino que el chavismo el que perdió. En términos porcentuales la oposición subió un 5.35% y el chavismo bajó en un 40.08%.
En cuanto a lo segundo, aparte de posicionar al CNE como una institución sólida y democrática, también plantea una enseñanza para otros países en cuanto al trato que debe dársele a los resultados apretados. Países como México, Guatemala, Costa Rica y El Salvador han tenido que pasar por el drama de ver como los resultados, al ser arrojados a cuentagotas, muestran en un momento ganador a un candidato y al cabo de unas horas a otro. Esto plantea incluso el dilema de si es mejor comenzar a arrojar resultados de esa forma, o esperar a que la tendencia sea irreversible, para mostrarlos (que fue lo que hizo el CNE en Venezuela). De esto último bien podría decirse que genera una impresión de fraude por la ausencia de resultados a primeras horas de la noche, algo totalmente objetable cuando cada partido garantiza tener las actas en sus manos, que son las que en última instancia definen la votación. Pero volviendo al tema, el que el "NO" haya sacado más votos y el que Chávez haya reconocido los resultados (esperando prudencialmente a que la tendencia fuera irreversible), dice mucho de un sistema que ha sido acusado durante años por la derecha nacional e internacional de fraudulento y manipulado por Chávez. Como él mismo les dijo en la madrugada del lunes: "A quienes votaron contra mi propuesta igual les agradezco y les felicito. Porque han dado una demostración y han comprobado además, si tenían dudas, de que este es el camino y ojalá se olviden para siempre de las trochas ¿no? De los saltos vacío, de los caminos de la violencia, de la desestabilización, del desconocimiento a nuestras instituciones."
Muy bien, ahora al tema central.
1. LA AUSENCIA DE PARTIDO Y EL POCO TRABAJO ORGANIZATIVO
Chávez ganó en 2006 gracias a 24 partidos y movimientos que estaban tras de él. Para el que quiera verlos haga clic en las fotos:


2. LA MALA METODOLOGÍA UTILIZADA POR EL CNE
La papeleta de votación daba lástima. Una reforma que conllevaba tantos beneficios para el pueblo venezolano no podía ser votada utilizando una papeleta que sólo mostraba una camándula de artículos propuestos a ser reformados. La boleta era más o menos así:

3. EL POCO TIEMPO PARA GANAR A LA POBLACIÓN A LA REFORMA CONSTITUCIONAL
Chávez presentó esta iniciativa en agosto de este año. Sin embargo, la convocatoria a elecciones se realizó el 2 de noviembre, apenas un mes antes. Beneficios como reducir la jornada laboral de 8 a 6 horas, la universalización del sistema de salud, fueron muy poco publicitados. La oposición, ayudada y auspiciada por Estados Unidos, tomó un par de artículos, los tergiversó y aunque no logró atraer muchos más votantes que en 2006, sí logró posicionar en la mente de muchas personas dentro y fuera de Venezuela que toda la reforma podía resumirse en la descabellada idea de Chávez de reelegirse indefinidamente. Otros artículos manipulados fueron los que se referían a la educación universal y gratuita, que fue vendida por la oposición como la pérdida de la patria potestad de los padres para con los hijos; la nuevas formas de propiedad propuestas por Chávez, manteniendo la privada, fueron publicitadas como la pérdida de los bienes individuales de cada venezolano ante el Estado. En pocas palabras, el socialismo llegaba para quitarme mi tierra, mis hijos y a perpetuarse.
Esos tres millones que no votaron por la reforma, probablemente lo habrían hecho si se hubiera votado artículo por artículo. Sin embargo (y quizá esta es la parte más temeraria en este post), palabras como "Ni una sola coma de esta propuesta yo retiro" no dejan lugar al debate de la viabilidad de la reforma o de la preparación de la sociedad venezolana para asumir ya el camino directo al socialismo. Probablemente fueron dichas al calor (o al frío) que el revés del domingo produjo. Pero decir "El que vote por el NO lo hace por George W. Bush" en el cierre de campaña, resume para mí la falta de tino en la forma en que se publicitó la reforma constitucional.
¿Está preparada Venezuela para el socialismo?. Para parafrasear a Chávez, por ahora no. Pero esto se debe más a una falta de capacidad de concientización y organización del pueblo que a un rechazo a la figura de Chávez. Y esa, mis lectores, es la tarea que tiene la revolución bolivariana y todos los que somos revolucionarios de acá al 2012, cuando se elija nuevo presidente en Venezuela. Mientras tanto, acá en El Salvador, debemos tomar lección y entender que 7 puntos pueden esfumarse en un año tal como lo hicieron los 3 millones de votos en Venezuela, si no sabemos mantener con trabajo constante la llama de la esperanza que ha nacido en el pueblo salvadoreño con la llegada de Mauricio Funes al FMLN. Pan para nuestra matata, compañeros.
Alluro
No hay comentarios:
Publicar un comentario